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LA GRAN OBRA: “YO SÓLO QUERÍA VOLAR”

I

En el individualismo, nos interpusimos unos a otros, compitiendo para ser mejor que el otro. Ese era nuestro afán de superarnos. En ese camino, nos sentimos expuestos a las energías  ajenas, posibles actos de envidia o malos deseos, nos hicieron crear barreras ególatras hacia el vecino, el hermano y cualquiera que se atravesara en la vida de superación.

Creamos enemigos, a los cuales debíamos eliminar bajo cualquier precepto, así nada se anteponía ante ti y la meta. En la ruta, dejamos a antiguos amigos, esos del barrio de la población, ya que no se podían comparar con el estatus de la actualidad.

Olvide padres, esposa e hijos. Obtuve deudas para arriesgarme a dar el gran paso de la casa propia y el auto de última moda. Estoy estable, seguro y confiado, respiro tranquilo, me han elegido entre una basta lista de grandes competidores.

Es el primer día que llego temprano a casa, estoy solo, no note cuando pasó pero me he quedado a solas dentro de esta casa con tantas habitaciones, hoy vacías. Un silencio me deja escuchar incluso al viento que sopla desde la lejanía, sigo su sonido y una ventana entreabierta del segundo piso, me hace por primera vez sentir al viento. Respiro su libertad, al instante un ave trina sin parar y mis deseos de tener sus alas son tantas que en mi inconsciente se separa de la realidad.

Soy ese pajarito de plumas locas y desordenadas, me saco la chaqueta, suelto mi corbata, retiro mis mocasines y calcetines repletos de talco para no pasar bochorno de malos olores…y mis pantalones, ¿Para que un ave querría pantalones? Me siento pleno, dichoso, al fin descubrí lo que buscaba entre tanta competencia laboral…lo que quería era volar, volar alto….para por un día ser capaz de sentirme que puedo respirar en libertad.

II

Despierto inconsciente en un hospital con mínimas normas de higiene. Abro los ojos adolorido, estoy vendado por completo, no me puedo mover y no siento nada más que mis pupilas para observar el entorno.

De pronto, se acerca una enfermera, una bella enfermera con un rostro cansado y ojos tristes, es muy bella, pareciese un ángel al que puede percibir desde mi visión inmóvil de este cuerpo que no sé que le ha pasado.

-¿Cómo se siente? –Me pregunta el ángel.

-Me siento en el cielo, le respondo desde mi silenciada voz, ya que no puedo hacer siquiera una mueca facial

–Llamaré al doctor para que lo revise, lleva muchos meses sin despertar.

-¿meses? De que me habla, debía entregar reportes, es que este ascenso requería de mucha responsabilidad. ¿Y quién pagó mis deudas? O Dios! Mi casa? Mi auto? Mi trabajo? Mi vida? que ha pasado?¿Donde quedó mi vida?

-¿Qué locura despertar no? –Dice el doctor. -Ahora le realizaremos un chequeo y deberá además responder algunas preguntas. Primero quiero que no se preocupe, ha sido liberado de todos sus agobios emocionales. Tratar de suicidarse de ese modo, fue una manera muy drástica de buscar un cambio en su vida, pero para eso estamos siempre lo podremos ayudar. Eso sí, esta vez deberá tener mucha fuerza de voluntad, porque no será fácil volver a empezar.

-¿Suicidarme? ¿Perderlo todo? ¿Cambiar? ¿Fuerza de voluntad? ¿Volver a empezar?…..

¿De qué me habla? Oh No! Que hice! Si yo lo único que quería era volar….

A VECES LA DESESPERACIÓN HUMANA, A VECES LA VOZ INTERIOR Y LA SED DE LIBERTAD…UTILIZA LAS HERRAMIENTAS DEL CEREBRO MÁS EXTREMAS PARA COMPRENDER QUE LO QUE DEBEMOS HACER ES SEGUIR NUESTROS VERDADEROS SUEÑOS CON LIBERTAD

… No esperes más, sé valiente…

No es un suicido, no es una muerte….es sólo un volver a empezar…

DECIDE VIVIR….DECIDE SOÑAR

CON AMOR

-Tittali Prem

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